lunes, 6 de mayo de 2013

El tiempo

"El tiempo pone a cada uno en su lugar."
"Tiempo al tiempo."
"El tiempo es oro."
"No me ha dado tiempo."
"Necesito tiempo."
"No tengo tiempo."
"Es mejor que nos demos un tiempo."
"El tiempo lo dirá."
"El tiempo lo cura todo."
(...)

El tiempo lo sabe todo, nunca se equivoca. Confío más en él que en mí y en mi criterio para decidir sobre las cosas, sobre la vida. Sobre mi vida.

       El tiempo: ese concepto tan abstracto sobre el que volcamos toda la responsabilidad de nuestros actos... o la ausencia de estos. Nos aprovechamos de que el tiempo no se puede pronunciar ni defender para huir o esquivar muchas decisiones que deberíamos tomar con el fin de mejorar -se supone- nuestra vida. Esto nos lleva a otro concepto, también abstracto: la cobardía.

         La vida es la primera propiedad que se nos concede nada más nacer (y al paso que vamos, la única). Es MI vida. Es TU vida. ¿Por qué dejamos que el camino de NUESTRA vida lo decida algo tan objetivo y tan imparcial? ¿Por qué esa cobardía? El/la únicx que puede juzgar nuestros actos es unx mismx; ¿es posible que una persona pueda tener miedo de sí misma? Es algo que me cuesta entender, por eso soy tan impulsiva, aunque en algunas ocasiones mi gente me llama descerebrada. Que me llamen impaciente me lo tomo como un auténtico piropo (depende del contexto, claro); no me gusta esperar, no confío en el tiempo. Como dije en la primera entrada, me conozco muy bien; al menos, sé que me conozco mejor de lo que me puede llegar a conocer el tiempo.

      Vamos a jugar a quitarnos la venda de los ojos y a desenredar la soga que ata nuestras manos:

  • Solo tú sabes qué es lo mejor para ti.
  • Solo tú te conoces como realmente eres; si no es así, ya tienes faena.
  • Solo tú tienes el deber de juzgar tus actos y tus decisiones; el resto del mundo puede tomarse la libertad de opinar, pero la última palabra la tienes tú, siempre.
  • Solo tú puedes y debes decidir qué camino escoger.
  • Solo tú puedes levantarte si tropiezas sobre las piedras que haya en ese camino; el resto del mundo puede tomarse la libertad de ayudar, pero la voluntad y la fuerza la tienes que poner tú, siempre.
  • Solo tú eres el/la dueñx de tu vida.

       Probablemente, no todas las decisiones que tomes sean correctas, pero al menos actúas conforme quieres y sientes. La vida es un continuo aprendizaje y este aprendizaje se da por ensayo-error. ¿Que te equivocas? Todo en esta vida tiene arreglo, y solo tú sabes cómo puedes hacerlo. Nos han educado pensando que el error es negativo y es todo lo contrario; el error es una oportunidad para poder cambiar algo.

       La vida es un regalo sin ticket de devolución. Lo que sí podemos cambiar es la manera en la que queremos vivir. De hecho, la vida es cambio tras cambio, por suerte; qué aburrido sería caminar siempre en línea recta.
       ¿Qué te parece si empiezas hoy mismo a pensar en si lo que estás haciendo es lo que realmente quieres? ¿Qué te parece si empiezas a coger las riendas de tu vida y tomar tus propias decisiones? ¿Qué te parece si empiezas a cambiar ese miedo y esa cobardía por la esencia del valor y del impulso? 

          Deja el tiempo tranquilo, que suficiente tiene con sostenerse 24 horas cada día.


Marley.

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