domingo, 27 de marzo de 2016

No esperes

Dicen de mí que soy un desastre. Yo digo que el orden es relativo.
Ellas se levantan hora y media antes para maquillarse y plancharse el pelo. Yo secuestro hasta el último minuto posible en la cama, me visto mientras me cepillo los dientes corriendo y desayuno en el coche de camino al trabajo.
Ellas se lavan la cara al volver de fiesta. Yo me levanto el domingo afónica, con el rímmel corrido y el pelo anárquico.
Prefiero una tarde de fútbol y birras que de tiendas. Prefiero una mañana de kilómetros que una sesión de belleza facial.
Ellas se sientan y cruzan las piernas. Yo planto las mías sobre la silla.
Soy políticamente incorrecta, pocos filtros. Muchas veces, mi boca va por delante de mi cabeza. Y mi corazón también.
No me van los cuentos de princesas, siempre quise ser la que llevaba la espada y el caballo. Y no me gustan los finales felices si para comer sólo hay perdices.